martes, 20 de diciembre de 2016

Como afrontar las comidas navideñas

Llegadas estas fechas todos tenemos en mente un ambiente festivo, hogareño y familiar. Miramos nuestra agenda y seguramente estará llena de compromisos sociales
Ya desde los comienzos de la Humanidad, las celebraciones se realizaban entorno al fuego y la comida, solo que ahora todo es más sofisticado y a veces lo festivo se vuelve casi en cotidiano.  No en pocas ocasiones después nos encontramos con personas que han sufrido no pocos problemas gastrointestinales,   ataques de gota,  diabetes descompensadas, o problemas por el consumo excesivo de alcohol.
Sabiendo esto, podemos encontrarnos recomendaciones y “recetas” para que tales estragos metabólicos previsibles no se produzcan o al menos disminuirlos, muchas de ellas sin base científica, e incluso peligrosas.
Así desde las sociedades científicas de nutrición, (AEDN, SEEN, SEEDO, etc), se proponen pautas y consejos saludables durante estas fechas, que podríamos hacer extensivos al resto del año:
1. No cambie sus hábitos de alimentación y ejercicio habituales. No debe saltarse ninguna ingesta y mantener una regularidad horaria en las mismas. Reserve los “excesos” para las fechas más señaladas. 
2. ¡Incluso muéase un poco más! Con treinta minutos más de ejercicio físico diario podemos compensar las calorías extras de las comidas navideñas.
3. Controle el alcohol que tomas ya que aporta calorías vacías.
4. Planifique el menú. Si el plato principal es muy graso (ej. cordero) se deberán preparar entrantes ligeros (ej. vegetales).
5. Planifique la compra para evitar las sobras. Y si se generan, use la imaginación para preparar platos ligeros, deliciosos y nutritivos con ellas, como verduras rellenas de sobras de carne o embutido, o timbal de verduras y sobras de pescado o mariscos.
6. No deje de tomar fruta. Puede preparar como postre y/o sobremesa bandejas con frutas tropicales o entrantes como ensaladas o brochetas de fruta, acompañadas de alimentos protéicos no grasos (fiambres o carnes de pechuga de pollo o pavo, magro de jamón serrano, quesos frescos condimentados, huevos cocidos o duros, salmón o atún desengrasado, etc..) .
7. Mientras cocine evite los picoteos o hágalos saludables con piezas de verduritas frescas, frutas, lácteos o fiambres no grasos.
8. Sustituya las salsas industriales (muy grasas) por salsas caseras a base de hortalizas, hierbas aromáticas, jugo de limón, yogur desnatado y vinagretas.
9. Elabore postres caseros reduciendo el contenido de azúcar (se puede sustituir con edulcorantes) y grasas.
10. “De todo, pero poco”. Si quiere comer de todo lo que hay en la mesa, sírvase en un plato pequeño cantidades de todo lo seleccionado y no repita.

A estas recomendaciones vamos a añadir algunos consejos para intentar paliar o disminuir aquellos excesos que quizás no vallamos a controlar adecuadamente:

·     Si las comidas se realizan fuera de casa:
o   Los aperitivos deben de tomarse con moderación o evitar aquellos que lleven salsas (mayonesa, nata…), mantequilla, quesos untables, rebozados. A veces pueden llegar a aportarnos las mismas calorías que el plato principal.
o   Intente comer la misma porción, como si estuviera en casa. Si le ponen más cantidad no dude en pedir que le retiren lo que no se vaya a comer.
o   Elija carnes magras, sin salsas ni rellenos y elimine la piel. Si hay varias opciones siempre será más recomendable el pescado que la carne.
o   Sustituya el postre o licores por frutas, café o infusión.
o   Controle la ingesta de pan, o evítela.

·    ·       Frente al consumo de alcohol, tomar a continuación y antes de acostarse bastante agua. Nos ayudará a eliminar el alcohol presente en la sangre, y depurarla del acetaldehído, subproducto residual de su metabolización, y con efectos neutrotóxicos , responsable  mayormente de la sintomatología de la temida “Resaca”.

·   ·      Tomar una infusión de hierbas aromáticas y preferiblemente menta, poleo o similares, seguido una dieta semivegetariana suave a base de frutas, verduras y lácteos y si fuera necesario (por cefalea) algún analgésico (paracetamol, etc.) al día siguiente.

·   ·       Ante una comida previsiblemente copiosa, lo mejor es desayunar adecuadamente e, incluso, tomar un ligero tentempié antes de la comida – y, si puede ser a base de fruta, mejor –, para reducir el apetito y la ansiedad. Tenga en cuenta que el verdadero  objetivo de estas reuniones no debe de ser el comer sino el convivir

…Y después......, ¿qué?.